El agua
Una sabia elección desde el punto de vista económico, social y medioambiental

Energía hidroeléctrica
Las centrales hidroeléctricas emiten muy pocos gases de efecto invernadero y producen energía limpia y no contaminante, de forma estable y a gran escala. Estas centrales utilizan el flujo natural del agua, un recurso totalmente renovable gracias a su ciclo de evaporación y condensación. Además, tienen una vida útil muy larga y tienden a convertirse en un vector de desarrollo para las economías locales donde se construyen.
¿Sabías qué?
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H. J. Rogers construyó la primera central hidroeléctrica en 1882, en Estados Unidos, basándose en un concepto desarrollado por Thomas Edison. Siguiendo este ejemplo, en 1885, se puso en marcha la primera central hidroeléctrica canadiense en Montmorency, Quebec. Desde entonces, gracias a sus avances en ingeniería civil, mecánica y eléctrica, Canadá ha establecido una reputación internacional como líder en este campo. Actualmente, las hidroeléctricas son la mayor fuente de energía del país y representan cerca del 60 % de la producción nacional.
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Existen dos grandes tipos de centrales hidroeléctricas: de embalse y de pasada. Las centrales de embalse, como su nombre lo indica, se instalan cerca de un embalse o represa, que permite almacenar agua durante todo el año y, por lo tanto, satisfacer demandas eléctricas repentinas, grandes y constantes. Las centrales eléctricas de pasada, por su parte, no tienen embalse, pero ofrecen la ventaja de producir electricidad utilizando el agua disponible sin tener que almacenarla.
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Ya se trate de mareas, corrientes marinas, cascadas o ríos, el agua en movimiento lleva una fuerza impulsora continua que se puede explotar. La energía hidroeléctrica se obtiene al convertir por medio de una turbina la energía cinética en energía mecánica y esta en energía eléctrica a través de un alternador.
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El ser humano conoce la fuerza motriz de los ríos desde hace más de 2000 años y la ha utilizado para impulsar ruedas de aspas o molinos. Las centrales hidroeléctricas modernas convierten esta energía mecánica en energía eléctrica.
Cómo funciona
una central hidroeléctrica de pasada
El funcionamiento de una central hidroeléctrica de pasada es sencillo. Siguiendo su curso, el agua pasa a través de una toma y fluye hacia una tubería forzada, cuya inclinación hace que baje más rápido y con más potencia para impulsar la turbina que, a su vez, hace girar un alternador para producir electricidad. El agua pasa luego a través de un canal de fuga hasta su punto de retorno al río.
Los dos factores que determinan la potencia o la capacidad de producción de una central hidroeléctrica son la altura de la caída (que acelera el movimiento del agua) y el caudal del curso de agua (que impulsa la turbina y el alternador).
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